Ese ruido que tanto daño hizo y hace a las personas y a la Ciencia ha sido acallado en jaraíz de La Vera durante los días 4 y 5 de abril. Todos los ponentes han comunicado su mensajes, sus verdades, sus tesis. Y lo han hecho ante el respetuoso silencio de participantes y publico. Este mensaje también ha calado entre los asistentes: hay que escuchar. Detrás de las 17 ponencias hay una historia de superación que nos aporta certezas que son un tesoro. El único ruido que se escuchó fue el ruido blanco de los aplausos, tan fecundo como el de la lluvia.
A modo de muestra he seleccionado este extracto de la ponencia número 12. Y ahora simplemente me callo y escucho.

