LAS ESTRATEGIAS DEL POPULISMO

Álvaro Saucedo, Elena Alegre, Julia Labrador, Miriam Hernández

Hoy en día los ciudadanos reciben numerosa información. Sin embargo, la mayoría no se preocupa por verificarla, sin darse cuenta de que pueden ser víctimas de las falacias de los medios de comunicación.

En primer lugar diremos que la demagogia es una estrategia dirigida a mantener o a hacerse con el poder político, apelando a la retórica, la desinformación, la propaganda o la manipulación, para granjearse el favor emocional del público.

Estos algunos de los distintos usos o técnicas de la demagogia:

En lógica, la falacia es un argumento que parece válido, pero no lo es.​ Algunas falacias se cometen intencionalmente para persuadir o manipular a los demás, mientras que otras se cometen sin intención debido a descuidos o ignorancia.

En ocasiones las falacias pueden ser muy sutiles y persuasivas. Un clásico ejemplo es descalificar las opiniones de uno de tus oponentes no tanto por la esencia de sus argumentos sino por un aspecto personal de quien los emite. Un político lo hace a menudo con el líder otra formación rival.

La manipulación se produce cuando un individuo o grupo de individuos ejerce una toma de control del comportamiento de una persona o de un grupo, utilizando técnicas de persuasión o de sugestión mental, en busca de eliminar las capacidades críticas o de autocríticas de la persona.

La omisión es la abstención de hacer o decir algo. A través de la eliminación o supresión de las palabras y el control estratégico del lenguaje empleado, se modifica o hace desaparecer la forma de pensar que se opone a sus argumentos.

La táctica del despiste consiste en desviar la discusión desde un punto delicado para el demagogo, hacia algún tema que domine o donde presente alguna ventaja con respecto a su oponente o contrincante.

Otra estrategia es citar estadísticas fuera de contexto. Consiste en utilizar datos numéricos para apoyar una hipótesis o afirmación, pero que estando fuera de contexto no reflejan la realidad.

  La técnica de la demonización consiste en asociar una idea o grupo de personas con valores negativos, hasta que esa idea o grupo de personas sean vistos negativamente. Se recurre a sentimientos para manipular a quienes se convencen más con éstos que con razones.

Uno de los tristes ejemplos que tenemos de hace pocos años fueron las manifestaciones multitudinarias contra la guerra de Irak que se celebraron a lo largo del planeta y que no cambiaron el propósito criminal de los que gobernaban el mundo.

La falsa dicotomía hace referencia a una situación donde dos puntos de vista alternativos son presentados como las únicas opciones posibles. Como ejemplo tenemos el típico: «Estás conmigo o estás contra mí». Un falso dilema no tiene por qué estar necesariamente limitado a dos alternativas, pudiendo involucrar tres o más, pero en todo caso se caracteriza por omitir alternativas razonables sin argumentar esa exclusión. Los falsos dilemas son muy comunes en política. Con frecuencia se ocultan en preguntas retóricas, y entonces se vuelven similares a la falacia de la pregunta compleja, como en estos ejemplos:  «¿Reelegirá usted al partido en el gobierno, o le dará alas al terrorismo?»,

Un claro ejemplo de demagogia lo constituyen la mayoría de las campañas electorales en las que los candidatos afirman los maravillosos logros que le brindarán a la población de ser electos y les aseguran que sólo ellos poseen la voluntad de impulsar los cambios necesarios y de otorgar los beneficios correspondientes, convirtiendo la elección política en un asunto de personalidad: de bondad, generosidad u otros atributos que nada tienen que ver.

Cómo conclusión, en la actualidad se acusa a la democracia, como sistema de gobierno, de ser demagógica en su esencia, ya que los políticos candidatos de algún cargo público, o sus partidos, deben convencer al electorado de votar por ellos, y eso se logra mediante diversas estrategias de marketing político que no siempre tienen que ver con el debate honesto y frontal de las ideas.

Los demagogos, en cambio, impedirían que las masas adquieran una conciencia política y sabotearían así los procesos políticos a su favor, al únicamente recordarles a los ciudadanos sus virtudes, derechos y reclamos, olvidando convenientemente sus deberes y errores cometidos. También puede usarse este término para aludir a las decisiones y acciones políticas populistas, destinadas a complacer al pueblo y ganarse su favor inmediato.

La única forma de combatir la demagogia que parece funcionar históricamente es la educación de los pueblos en un sentido crítico, despierto, que no sea fácil de engañar por “cantos de sirena”.

El objetivo fundamental de la demagogia es la instrumentalización del pueblo, es decir, su utilización como una herramienta para satisfacer las ambiciones personales o sectoriales. Los demagogos pueden aspirar a permanecer en el poder, manteniendo el status quo, o pueden aspirar a cambiarlo a su favor, o simplemente a ser electos en unos comicios.

Las campañas electorales, de hecho, pecan a menudo de demagógicas, cuando prometen acciones irrealizables, movilizan a un sentimiento común o proponen ejercicios irresponsables de la política con tal de favorecer a su causa particular. Para ello estas campañas se valen de estrategias de marketing político y asesores de imagen.


Bibliografía:

-Aristóteles, Política, Libro III, Cap. V, División de los gobiernos, La Editorial Virtual 

-Maya Pines, Los manipuladores del cerebro, ALIANZA EDITORIAL, Fuenlabrada, Madrid, 1973. 

-W.K.C. GUTHRIE, Historia de la filosofía griega V, EDITORIAL GREDOS, Madrid, 1988. 

-W.K.C. GUTHRIE, Historia de la filosofía griega III, EDITORIAL GREDOS, Madrid, 1988. 

Pinochos del Siglo XXI ¿Qué serías capaz de hacer para llegar al poder?

María Tovar Hernández 2ºBach A

Lisa Herrero Méndez 2ºBach A

Lucía González Jiménez 2ºBach A

Hoy en día vivimos rodeados de mentiras, pero no somos capaces de verlas ya que hemos normalizado por completo su uso y el hecho de que la mentira pueda ser usada con unos fines favorecedores, como muy bien se ve reflejado en la teoría política de Maquiavelo. 

En nuestra sociedad como en todas, existe el conformismo, y lo malo no es que este forme parte de nosotros, sino que no hagamos nada por cambiarlo. Si inconformismo es progreso, el conformismo es atraso, es decir, una sociedad que se preocupa del fútbol y los cotilleos y no aspira a nada mejor es y siempre será conformista y esto lleva consigo una futura pérdida de libertad ya que todo parece estar bien con ellos. Una sociedad conformista ante una política que no le satisface, es una sociedad esclava de las decisiones de esos políticos, pero una de las bases del conformismo es la desinformación, es decir, una sociedad que no está formada, que no conoce sus derechos y por eso vota o está de acuerdo con esas mentiras políticas que a su parecer son verdades. 

Los políticos siempre quieren el poder y si para ello hay que mentir se hace, el problema es que con nuestro conformismo se lo ponemos demasiado fácil ya que da igual lo que nos digan lo vamos a aceptar, aunque también es cierto que muchas veces nos dicen simplemente lo que queremos oír aunque luego hagan todo lo contrario con tal de mantenerse en el poder, que es a fin de cuentas lo que verdaderamente les importa. 

Maquiavelo es uno de los filósofos en los que encontramos entre su teoría política una clara justificación de cualquier medio para llegar al poder. De ahí viene el término maquiavélico como algo peyorativo, dicho de manera despectiva.

Actualmente, son muchos los políticos que optan por mentir a su público, y tras oír lo que quieren, conseguir votos a favor de sus partidos. Todo el mundo desea escuchar lo que llevan pidiendo durante mucho tiempo: la bajada de los impuestos, un aumento de sueldo en sus respectivos trabajos, igualdad salarial, menor tasa de paro, mejoras en la sanidad, educación e investigación, etc. Por ello, aquel que ansíe alcanzar el puesto de presidente del gobierno, llenará sus discursos de falsas esperanzas. Y una vez llegue al poder, todas aquellas promesas quedarán en el tintero. 

A sus consejeros les parece una buena idea utilizar la mentira y el engaño para ello, a sus asesores también, obviamente su partido y el propio político lo apoyan, pero es que un filósofo también lo hubiera hecho, de no ser porque vivió en los siglos XV-XVI. 

En su obra cumbre El Príncipe, exponía cómo debía actuar el gobernador para conseguir y mantener el poder. Todo valía; veía honorable utilizar la mentira, el engaño, la religión para ganar apoyos, la toma de decisiones impopulares haciéndolas aceptables a los ojos del pueblo… si todo ello conducía al éxito, la moral no importaba. De ahí la frase, que aunque no fue enunciada como tal por él, refleja perfectamente su teoría, “el fin justifica los medios”. Por ello de igual manera, según Maquiavelo, cuando los políticos nos mienten para ganar apoyos y llegar al poder, está justificado el medio, aunque no entre en la moral, con tal de conseguir éxito y supuestamente cuando lleguen al poder hacer lo que sea mejor y siempre en beneficio para la ciudadanía. Esto último (un poco cuestionable dependiendo el punto de vista de cada uno), es lo que en definitiva todos intentan, porque solo así, se mantendrán en su puesto año tras otro. 

Uno de los máximos referentes de maquiavelo fue Fernando el Católico, rey de españa durante el siglo XVI el cual maquiavelo considera el ejemplo ideal de gobernante debido a que la situación en Europa era la siguiente; España y Francia se están formando como estados fuertes, sin embargo Italia se encuentra dividida, dominada por el extranjero y en definitiva, débil. Por ello, Maquiavelo destaca la necesidad de un hombre fuerte en el poder, como Fernando.

Un ejemplo ideal de gobierno maquiavélico lo podemos observar en la famosa serie televisiva de Juego de tronos, basada en hechos ficticios y ambientada sobre todo en gobierno de reinos, destacando de ella principalmente el personaje de consejero descrito en el príncipe, siendo como ejemplo los siguientes personajes:

Lord Baelish es el personaje más maquiavélico, ocultando sus intenciones y haciendo que todo el mundo dependa de él. No le importa la moral o la ética, solo quiere ascender en el poder. 

Tyrion Lannister tiene todo lo que hace falta para ser un buen gobernante: inteligencia, conocimientos, preocupación por los débiles y el apellido correcto. Tyrion es maquiavélico “en el buen sentido”. Su papel en la serie es precisamente el de consejero de Daenerys, como Maquiavelo lo fue de Lorenzo II de Médici. La reina no conoce la tierra que quiere gobernar, sus instituciones ni a sus gentes. Para eso tiene a su Mano de la Reina. Todos los personajes aspiran a conseguir el Trono de Hierro, que representa el poder absoluto.

Ver las imágenes de origen

BIBLIOGRAFÍA

  • GRANDILLAC, M (1974). La filosofía en el renacimiento. Ed. Siglo Ventiuno. Madrid.      
  • BOBBIO, N, Matteucci, N y Pasquino, G (1982). Diccionario de política. Ed. Siglo Ventiuno. Madrid.
  • VALLESPÍN, F ed. et ali. (1999). Historia de la teoría política. Ed. Alianza. Madrid.
  • COPLESTON, F (1991). Historia de la filosofía. Ed. Ariel. Córcega.
  • MARTÍNEZ, A (1987). Nicolás Maquiavelo: Discursos sobre la primera década de Tito Livio. Ed. Alianza. Madrid.
  • MATOS, J.M. y ORRIOLS, X (2009). Historia de la filosofía. Ed. Vicens Vives. Barcelona 2009


Platón – El fake de la caverna

Integrantes del grupo:

Armando León Herrero 2ºBACH A

Diego Plasencia Utrera 2ºBACH A

Daniel Muñoz Pizarro 2ºBACH A

ARTÍCULO:

¿Alguna vez te has preguntado si eres feliz donde vives? Si es así, ¿crees que ese mundo en el que vives es verdadero y nadie te engaña? Pues permíteme decirte que estás muy equivocado. En nuestro día a día, vivimos rodeados de información ya sea de la televisión, internet, periódicos… Pero, ¿quién nos asegura a nosotros que esta información sea completamente cierta y que nos cuenten toda la verdad? Obviamente, los grandes influyentes, gobernantes y demás personas saben que hay cosas que no debemos conocer y nos las ocultan, poniéndonos solo lo que a ellos les interesa que sepamos. Por todo ello, viviendo en nuestra zona de confort, nunca podremos tener un verdadero conocimiento aunque nosotros pensemos que somos felices en él. Algo parecido se planteó Platón hace ya unos  veinticinco  siglos, con su conocido Mito de la Caverna.

El mito de la caverna platónica explica la situación en la que se encuentra  la  sociedad y la existencia de dos mundos, el mundo sensible, el cual conocemos a través de los sentidos, y el mundo inteligible,el cual conocemos a través de la razón y carece de materia. Para explicarnos este hecho Platón utiliza el ejemplo de una caverna en la que se encuentran unos prisioneros atados de pies y manos, estos prisioneros nunca han salido al exterior, por lo que no conocen la realidad, sino que solo ven el reflejo de unos objetos portados por unas personas al otro lado del muro al que se encuentran anclados. A su vez estos objetos son reflejados debido a la luz de una antorcha encendida en el interior de la caverna. Este mito también expone que si un prisionero logra salir al exterior este alcanzaría la verdad y por lo tanto, el verdadero conocimiento. En la actualidad este mito se puede aplicar a la sociedad actual, donde los prisioneros seríamos los ciudadanos engañados con las noticias de los informativos, periódicos y las que actualmente son más importantes, las noticias virtuales de la red (redes sociales, periódicos virtuales, blogs..). Estos serían los engañadores. Los portadores de los objetos serían los periodistas, siendo los políticos los verdaderos engañadores, y por último, el exterior representaría el momento en el que alcanzamos el saber por nosotros mismos, sin nadie que nos manipule. En el momento en el que alcanzamos ese saber, nos sentimos libres y con una felicidad verdadera.

Como hemos comentado, los altos mandos nos tienen engañados y nos manipulan constantemente. Esta manipulación consiste en ofrecer falsa información o no toda la información verdadera, con el fin de que sea más fácil el control del país y de tener más ‘tranquilitos’ a los ciudadanos sin sembrar el pánico. Fue el caso del 11-M donde aún no se tiene muy claro qué pasó. Esto da lugar a numerosas situaciones negativas, creando una realidad falsa en la que los ciudadanos no saben que viven.

El mito explica que la verdadera realidad se alcanzaría al salir de la caverna. Esto podríamos asociarlo en la vida diaria como escapar de las falsas informaciones que nos rodean día sí día también, las que nos ofrecen a primera vista los medios de comunicación, televisión, radio, internet, redes sociales…Debemos buscar más allá de estos, para no conocer sólo lo que quieren que sepamos (cómo hacen los engañadores del mito). Ese proceso de buscar el verdadero conocimiento y de indagar en el mundo refleja el camino hacia la salida de la caverna. En él, nos vamos dando cuenta cada vez más y más de lo engañados que hemos vivido y ese no querer ser engañados nos hacen seguir persiguiendo nuestro objetivo. El momento en el que alcanzamos esa verdadera realidad nos sentiriamos plenos pero… ¿acaba todo ahí? La respuesta es NO. Tu has vivido toda la vida engañado y, ¿no te acuerdas de los que estaban contigo? En ese momento debes volver a bajar a la caverna, volver a las falsas informaciones, mostrarles a todos los “prisioneros” que esa no es la verdadera realidad, y ayudarlos a salir de la caverna y escapar de las falsedades.

BIBLIOGRAFÍA:

Wikipedia. Alegoría de la caverna [https://es.wikipedia.org/wiki/Alegor%C3%ADa_de_la_caverna] [en línea] [enero 2020]

-Cultural genial. Mito de la caverna de Platón [https://www.culturagenial.com/es/mito-de-la-caverna-de-platon/] [en línea] [enero 2020]

-Psicología y mente. El mito de la caverna de Platón [https://psicologiaymente.com/psicologia/mito-caverna-platon] [en línea] [enero 2020]

-La mente maravillosa. El mito de la caverna de Platón: la dualidad de nuestra realidad [https://lamenteesmaravillosa.com/el-mito-de-la-caverna-de-platon-la-dualidad-de-nuestra-realidad/] [en línea] [enero 2020]

-Webdianoia. Platón [https://www.webdianoia.com/platon/platon.htm] [en línea] [enero 2020]

Libro 1:

PLATÓN (1966): La república o El estado, Barcelona, Iberia S. A.

Libro 2:

LLEDÓ, Emilio (1996): La memoria del Logos, Madrid, Santillana, S. A. Taurus

Libro 3:

GUTHRIE, W.K.C. (1990): Historia de la Filosofía Griega IV, Madrid, Gredos

Libro 4:

O’CONNOR, D.J. (1982): Historia crítica de la filosofía occidental (I – La filosofía en la antigüedad), Barcelona, Paidós.

Lecturas en tiempos de confinamiento.

                Creo que no me equivoco si digo que el confinamiento por la crisis del coronavirus nos hizo a más de uno volver los ojos hacia nuestra biblioteca en busca de lecturas para llenar el largo e incierto período de tiempo que se nos presentó al comienzo de la misma.

                Una de las primeras fue, quizás como no podía ser de otro modo, La peste de Albert Camus, leída hace ya mucho tiempo y que demandaba una relectura bajo la perspectiva de la situación que estamos viviendo. Ni que decir tiene que el sentido de la obra es mucho más enriquecedor, mucho más comprensible ahora que hace unos 30 años.

                Tal vez por la angustia que conlleva el encierro también busqué lecturas menos agobiantes y así decidí seguir a Rousseau en sus Ensoñaciones del paseante solitario. Y mira por donde en el cuarto “paseo” se dedica a hablar de la mentira.

                Sus reflexiones sobre el tema no tienen desperdicio. Curiosamente algunas de sus palabras me han hecho pensar en las actitudes de ciertas personas que en nuestros tiempos, aprovechándose de la supuesta ignorancia de los demás o amparándose en «el error», aprovechan cualquier circunstancia para llevar el agua a su molino. A ellos van dirigidas estas palabras del pensador ginebrino:

                “Juzgar los discursos (actos) de los hombres por los efectos que producen supone con frecuencia apreciarlos mal. Además de que estos efectos no siempre son sensibles y fáciles de conocer, varían hasta el infinito, como las circunstancias en las que tales discursos (actos) se desarrollan. Pero es únicamente la intención de quien los desarrolla la que les pone precio y determina su grado de malicia o de bondad. Decir falsedad no es mentir sino por la intención de engañar, y la misma intención de engañar, lejos de ir siempre unida a la de perjudicar, tiene a veces un fin por demás contrario. Pero para volver inocente una mentira no basta con que la intención de perjudicar no sea expresa, es preciso además la certeza de que el error en que se hace caer a quienes se habla no puede perjudicar a ellos ni a nadie en modo alguno. Es raro y difícil que se pueda tener esta certeza; también es difícil y raro que una mentira sea perfectamente inocente. Mentir para ventaja propia es impostura; mentir para ventaja ajena es fraude, mentir para menoscabar es calumnia; ésta es la peor clase de mentira. (…).”

Frente a esta esta actitud, el mismo Rousseau nos da una solución fácil de aplicar:

De cuántas embarazosas discusiones sería fácil retirarse diciéndose: seamos siempre sinceros por lo que pueda suceder. La justicia misma está en la verdad de las cosas; la mentira es siempre iniquidad, el error es siempre impostura, cuando se da lo que va contra la regla de lo que se debe hacer o creer: y sea cual sea el efecto que produzca la verdad, uno siempre es exculpable cuando la ha dicho, porque no ha puesto en ella nada de lo propio.

Pues eso, “el que tenga oídos, que oiga” (Mt., 13, 9)

Coronavirus y el estado de excepción

Estos días estamos viviendo una situación fuera de lo común a causa de la pandemia de coronavirus que nos ha afectado a nivel mundial. Todos estamos viviendo un momento difícil en el que cada día, confinados en nuestras casas, observamos alarmados diariamente en las noticias el número de afectados y muertos, y sintiendo en ocasiones impotencia al no poder hacer nada más que quedarnos en casa, aunque hasta esta simple medida es difícil para algunos. 

Pero, como siempre, hay gente que intenta aprovecharse de la situación. Personas sin escrúpulos a los que no les importa la situación en los hospitales, donde están desbordados, ni la situación del resto de trabajadores como farmacéuticos o trabajadores de establecimientos públicos de primera necesidad, que deben trabajar de cara al público a riesgo de contraer el virus. Por estas personas estos días se ha dado a nivel cibernético una oleada de bulos que causan el pánico colectivo. Estas llamadas “fake news” se envían como cadenas por las principales redes sociales como Facebook, Twitter y, sobretodo, WhatsApp.

Una de las fake news que más ha alarmado a la población estos días y que se ha extendido como la pólvora el supuesto paso repentino del estado de alarma al estado de excepción, a fecha del 24 de marzo del 2020. Esta “noticia” se extendió a través de un audio que probablemente la mayoría hemos recibido. En él un hombre aseguraba que a partir del lunes o el martes se declararía el estado de excepción, afirmando que el ejército estaría en las calles y recomendaba abastecerse lo antes posible. Claro está que esto fue una exageración desmesurada, e aquí las razones. El Gobierno no tiene poder para declarar este estado de excepción, sino que debe ser aprobado por el Congreso, y es por esto que no podía declararse repentinamente ese lunes. Además, en el audio también dice que el estado de excepción duraría entre 40 y 50 días pero, según el artículo 13 de esta Ley Orgánica, no puede exceder los 30 días. Finalmente el Ministerio de Defensa desmintió esta noticia confirmando que era un bulo.

Como este han surgido estos días cientos de bulos, favoreciéndolo la susceptibilidad de la gente causada por el miedo al Covid-19. Es un momento difícil y por ello hay que intentar no sembrar aún más el pánico con estas fake news, y para ello debemos contribuir a evitar su expansión, como pasó con la que he explicado anteriormente, verificando si los contenidos de la noticia son ciertos.

Espero que esta pequeña entrada sirva para tranquilizar a quien la lea y si quieres informarte más la foto lleva el enlace de una página que desarrolla más este tema. Está claro que saldremos de esto.

Fake News

      2 comentarios en Fake News

¿Qué son las Fake News?

Son noticias falseadas, es decir información creada como si fuese real con la intención de desinformar y engañar. Su objetivo es manipular a las masas y difundir unos bulos específicos sobre temas populares por diferentes medios de noticias: prensa, radio, televisión y redes sociales. Es un concepto que se centra en la creación de una mentira y la posterior difusión para lograr un engaño de masas con fines políticos o ideológicos.

Las noticias falsas llevan estando desde siempre, pero ahora son más notorias, por el aumento en el uso de las redes sociales.

Fake News (Coronavirus)

La avalancha de fake news sobre el coronavirus ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a desmentir algunos de los más populares. Para acabar con el contagio de información falsa, la OMS ha creado un servicio gratuito de alertas vía WhatsApp para responder a las preguntas de la sociedad sobre el COVID-19.

Hay bastante afirmaciones de este tema de las cuáles muchas eran bulos. Entre ellas las más populares son:

1. El contagio es menor en climas cálidos

2. El frío y la nieve matan al virus

3. Los antibióticos previenen el contagio

4. Ya hay fármacos para tratar el COVID-19

5. Si te has vacunado de neumonía o gripe estás protegido.